lunes, 12 de octubre de 2015

¿Como empezar a amamantar?

Para que la mamá pueda alimentar al bebé de la mejor manera, es necesario que ambos estén concentrados en esta tarea, que su entorno sea idóneo y que no haya interrupciones.

Un ambiente tranquilo: tanto el bebé como la madre deben estar concentrados en el momento de dar y tomar pecho respectivamente. Se recomienda crear un ambiente tranquilo, sin ruidos molestos ni otras distracciones, por ejemplo, apaga el televisor y no te levantes a contestar el teléfono. En caso de que tengas visitas, lo mejor es que vayas a tu pieza, y si tienes hijos mayores, trata de dejarlos entretenidos, -como coloreando un libro-, para que no te interrumpan a cada rato.

Mudarlo: si el recién nacido está tranquilo, debes aprovechar la oportunidad para cambiarle el pañal antes de alimentarlo. Con un pañal limpio se va a sentir más cómodo para mamar, además, ya no lo tendrás que cambiar después de darle pecho y evitas despertarlo en caso de que se quede dormido. También es útil mudarlo en la noche sólo cuando es necesario, ya que si despierta, se puede demorar en quedar dormido.

Lavarse las manos: aunque no es la madre quien va a comer, es necesario que se lave bien las manos con jabón antes de cada comida del recién nacido. No es necesario lavarse los pezones cada vez que le da pecho ni tampoco hacerlo con jabón. Basta con lavarlos con agua una sola vez en el día.
En una posición cómoda: el tener dolor muscular es parte habitual de los padres que no estaban acostumbrados a llevar a un bebé para todos lados en brazo. Por eso, es muy necesario que al momento de amamantarlo, la madre esté en una posición cómoda y tenga el apoyo necesario para la espalda y el brazo que sostiene al niño.

Destaparlo: si tu recién nacido está tapado con muchas cobijas, des tápalo un poco para que lo acaricies mientras le das pecho.

Calmar al bebé que llora: si está alterado y no deja de llorar, es mejor que lo calmes, ya sea arrullándolo, abrazándolo, o dándole un paseo en brazo. Lo importante, es que esté tranquilo al momento de comer, de lo contrario, no va a poder tomar leche, y si llega a lograrlo, se va a indigestar.

Despertarlo: si tu hijo está medio dormido cuando le toca la hora del pecho, debes despertarlo. Esto lo puedes hacer acariciando su mentón, mejilla o cambiándole la ropa.
Establecer contacto: la tarea de dar pecho, no tiene como fin sólo satisfacer su apetito, sino también su necesidad de cariño. Por eso, mientras los alimentas, debes tener un contacto con las manos, los ojos y la voz.

Sacar los gases: como práctica rutinaria, cuando cambies a tu recién nacido de un pecho a otro, debes tomarte un tiempo para sacarle los gases. También debes hacerlo si ves que deja de chupar antes de tiempo, porque puede ser que esté satisfecho por los gases y no por la comida.

Las mujeres han amamantado durante siglos, pero dar el pecho no es tan simple como parece. Al principio, puedes sentir dolor en los pezones hasta que tu recién nacido aprenda a agarrarse bien. Tendrás que experimentar hasta que encuentres la posición más cómoda y quizás te preguntes si tu bebé está comiendo lo suficiente. Si tu bebé padece reflujo, o si tienes que empezar a trabajar, te enfrentarás a nuevos retos.


Sin embargo, con un poco de paciencia descubrirás que la lactancia, además de proteger la salud de tu pequeño, te ofrece unos preciosos momentos para compartir con tu bebé. 

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