La joven corre el riesgo de experimentar anemia, preclamsia
y complicaciones en el parto, así como un alto riesgo de mortalidad propia
durante el embarazo. Los bebes de madres adolescentes tiene una alta tasa de
mortalidad al igual que pueden experimentar mal formaciones congénitas,
problemas de desarrollo, retraso mental, ceguera, epilepsia o parálisis
cerebral. Estos niños experimentan muchos más problemas de conductas y
funcionamiento intelectual disminuido.
Hay problemas maritales y mayor probabilidad de divorcio en
parejas jóvenes que se unieron producto de un embarazo. Debido a esto, los
hijos de adolescentes pasan gran parte de su vida en un hogar mono parental, y
ellos se convierten en una población potencial para generar embarazos no
deseados en su futura adolescencia.
Las muchachas embarazadas tienen pocas probabilidades de
continuar sus estudios debido a que algunas instituciones educativas optan por
anegarles la entrada por temor de que puedan influir desfavorablemente en otros
alumnos. Estas chicas que han abandonado los estudios, raramente vuelven a
tener oportunidad de retomarlos donde los dejaron. De igual manera los padres
jóvenes corren un alto riesgo de experimentar periodos de desempleo o menor
salario.
Otra consecuencia del embarazo en edades tempranas es el
riesgo de aborto. Por lo general, las adolescentes a él en edades de gestación
tardías (más de 12 semanas). Las causas por las que se producen estos retrasos
son muy variadas.
En primer lugar, existe un desconocimiento de los signos de
embarazo, una dificultad de comunicárselo a la familia, una falta de
posibilidades económicas, deseos expresados de tener el hijo y una ambivalencia
en relación con este hecho, a pesar de las dificultades, falta de consultas
apropiadas donde consejo y la solución les puedan ser facilitados.
La reacción depresiva de la adolescente en curso de su
embarazo puede ser suprema mente fuerte que puede llevarla al suicidio o
intento de suicidio teniendo en cuenta que esta es la segunda causa de muerte
en esta edad después de los accidentes. El embarazo y los problemas que este
puede traer, el drama sentimental de una separación, el aislamiento, el pánico,
pueden ser fácilmente considerados como "factores suicidógenos
circunstanciales".
La situación psicológica de la adolescente embarazada es
compleja y difícil. En ella se acumulan las dificultades propias de la
adolescencia; los problemas afectivos observados a lo largo de cualquier
embarazo; las dificultades personales o familiares que traen consigo el
embarazo, las que originan ciertas reacciones, reales o simplemente temidas,
del entorno, la inquietud de un futuro incierto; la perturbación por las
decisiones que se han de tomar; es vacío afectivo; etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario