sábado, 17 de octubre de 2015

Cuidados especiales para Embarazos Precoses

Ser mamá a una edad muy temprana es un gran reto en todos los sentidos. Cuanto más joven seas, más probable será que tu embarazo requiera atención y algunos cuidados especiales. Esto no significa que no puedas tener un bebé muy sano y disfrutar la experiencia de ser mamá. Y aunque es posible que no hayas planeado este embarazo (así les sucede a la mayoría de mamas menores de 20 años), sí puedes planear un buen futuro para ti y para tu bebé.

Lo primero: Ir al médico 

No importa la edad que tengas, la primera recomendación para cualquier futura mamá es concertar una cita prenatal con un doctor en cuanto se retrase tu periodo o sospeches que estás embarazada. Algunas mamás muy jóvenes esperan demasiado — a veces por no saber qué hacer o por temor— y esto puede afectar su embarazo de forma negativa.

Aunque te sientas muy bien, es indispensable que vayas al médico desde el principio de tu embarazo porque durante el primer trimestre te harán muchaspruebas y exámenes importantes. El doctor Christopher Marengo, un obstetra-ginecólogo en Roanoke, Virginia, afirma que "es en esta etapa cuando detectamos la mayoría de los problemas y empezamos a tratarlos lo más pronto posible".

Si no cuentas con el apoyo de tus padres, o si ellos desconocen tu embarazo, ten presente que el doctor no tiene la obligación de informarles. Además, tu médico puede aconsejarte sobre cómo comunicarles a tus padres tu embarazo, y ayudarte a encontrar los recursos y apoyo que necesites.

Si no cuentas con seguro de gastos médicos ni seguridad social, consulta en el sitio web del ministerio de salud de tu país para informarte sobre un plan médico gratuito al que te puedas afiliar. En México, por ejemplo, si no tienes seguro de gastos médicos ni seguridad social, puedes buscar afiliarte a la sección “Embarazo seguro” del Seguro Popular, que también protege a tu bebé cuando haya nacido.
El lado bueno de ser joven



A pesar de los desafíos que enfrentarás en tu nuevo papel de mamá, tienes a tu favor la energía y el entusiasmo de ser joven. El doctor Jeff Morgan, obstetra-ginecólogo de Arlington, Texas, quien atiende a muchas jóvenes hispanas, dice que las mamás muy jóvenes "aprenden muy rápido cómo cuidar del bebé, y están dispuestas a sacrificar sus propios deseos y necesidades", agregando que "una mamá jovencita también se recupera muy rápidamente después del embarazo, con menos problemas físicos que las madres mayores".

A la hora del parto, al parecer también tendrás algunas ventajas. "En mi experiencia, los cuerpos jóvenes tienden a tener partos muy rápidos", dice la enfermera-comadrona certificada Joanne Motino Bailey, directora de servicios de enfermería y comadronas del sistema de salud de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor. "En realidad, las veo como un poco más tranquilas que las madres mayores", dice.

Qué puedes hacer tú para reducir los riesgos de tu embarazo

Aparte de seguir las recomendaciones de tu médico, existen muchas cosas que dependen de ti para que tu embarazo sea saludable, como alimentarte de forma sana, descansar, hacer ejercicio físico moderado y evitar sustancias peligrosas, como el tabaco, el alcohol, las drogas y las medicinas (incluyendo hierbas y productos "naturales") que no hayan sido recetadas por tu comadrona o doctor.

Tu alimentación es muy importante y si por lo pronto no es balanceada, podría mejorar muchísimo con algunos cambios en tu dieta, como comer más frutas y vegetales y menos comida chatarra. Además, "las necesidades nutricionales de las adolescentes son muy diferentes de las de las mujeres adultas", explica Marcelle Pick, una enfermera de obstetricia certificada por la ciudad de Yarmouth, Maine, y autora de un libro sobre nutrición. "Lo que comen puede tener un gran impacto sobre su embarazo", agrega. (Lee más sobre las necesidades nutricionales de una embarazada adolescente.)

Asimismo, si fumas o consumes alcohol o drogas, cualquier esfuerzo que hagas por reducir el uso de estas sustancias es beneficioso para la salud de tu bebé. Si hablas abiertamente con tu médico o comadrona, te ayudarán a buscar la ayuda necesaria.

Sobre las medicinas, lo principal es no usar absolutamente nada sin el consentimiento de tu médico, ya que muchos medicamentos podrían ser peligrosos para el bebé. El doctor Marengo recalca que los latinos debemos tener especial cuidado con los medicamentos que se pueden comprar sin receta en otros países, y nunca usar medicinas recetadas a un familiar o amigo. Las hierbas y medicinas naturales también deben recibir el visto bueno de tu médico.

Otra cosa importante para la salud de tu embarazo es que sigas estudiando, sin contar que también es indispensable para tu futuro. Como explica la educadora Jeanne Lindsay, "muchos de nuestros programas escolares demuestran que si la mamá participa en un grupo para embarazadas en la escuela, su probabilidad de tener un bebé de bajo peso o un parto antes de tiempo se reduce. No creo que la importancia de permanecer en la escuela sea algo malo para su salud".

Qué puede hacer tu doctor para reducir los riesgos de tu embarazo

Muchos de los riesgos médicos para un embarazo, como un aumento de la presión arterial o una infección, se pueden controlar si vas a todas tus citas prenatales. Durante estas citas, tu doctor verifica tu salud y la de tu bebé a través de análisis de orina y sangre, mediciones de tu presión sanguínea, ultrasonidos y otros métodos. Si hay cualquier problema, será detectado y tratado a tiempo.

Tú puedes ayudar a tu médico, manteniéndote atenta a cualquier síntoma diferente en tu cuerpo y comunicándoselo pronto a tu doctor. Algunas de las señales de alerta que podrían indicar que algo anda mal incluyen:

• Contracciones antes de la semana 37 de embarazo (5 a 6 en una hora podrían indicar un parto prematuro)
• Dolores de cabeza que no se alivian con Tylenol (podrían señalar un aumento de la presión arterial)
• Pérdida de líquido o sangre por la vagina
• Disminución de los movimientos del bebé (si notas que de repente se mueve menos de lo normal)
• Comezón o ardor al orinar, que puede indicar una infección de las vías urinarias. Mal tratada, esta anomalía podría desatar un proceso infeccioso grave
También tu estado de ánimo merece atención. "Las adolescentes son propensas a tener episodios de depresión debido a todo lo que puede ocurrirles socialmente por estar embarazadas, ya sea con relación a la escuela, a la familia, a tener o no apoyo...", dice el doctor Marengo. Si te has sentido ansiosa, triste o estresada, tu doctor determinará si corres el riesgo de padecer de depresión y te encaminará al especialista adecuado.

Convertirse en mamá no es fácil, y menos cuando la sociedad duda de tus habilidades porque eres joven. Aunque existen riesgos médicos relacionados con tu edad, si recibes atención prenatal desde el principio, sigues las recomendaciones de tu médico, y llevas un estilo de vida sano, no hay motivo por el que no puedas tener un embarazo muy saludable y, lo que es mejor: ¡el bebé más hermoso del mundo!

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