Ser mamá a una edad muy temprana es un gran reto en todos
los sentidos. Cuanto más joven seas, más probable será que tu embarazo requiera
atención y algunos cuidados especiales. Esto no significa que no puedas tener
un bebé muy sano y disfrutar la experiencia de ser mamá. Y aunque es posible
que no hayas planeado este embarazo (así les sucede a la mayoría de mamas menores de 20 años), sí puedes planear un buen futuro para ti y para tu bebé.
Lo primero: Ir al médico
No importa la edad que tengas, la primera recomendación para
cualquier futura mamá es concertar una cita prenatal con un doctor en cuanto se
retrase tu periodo o sospeches que estás embarazada. Algunas mamás muy jóvenes
esperan demasiado — a veces por no saber qué hacer o por temor— y esto puede
afectar su embarazo de forma negativa.
Aunque te sientas muy bien, es indispensable que vayas al
médico desde el principio de tu embarazo porque durante el primer trimestre te
harán muchaspruebas y exámenes importantes. El doctor Christopher Marengo, un
obstetra-ginecólogo en Roanoke, Virginia, afirma que "es en esta etapa
cuando detectamos la mayoría de los problemas y empezamos a tratarlos lo más
pronto posible".
Si no cuentas con el apoyo de tus padres, o si ellos
desconocen tu embarazo, ten presente que el doctor no tiene la obligación de
informarles. Además, tu médico puede aconsejarte sobre cómo comunicarles a tus
padres tu embarazo, y ayudarte a encontrar los recursos y apoyo que necesites.
Si no cuentas con seguro de gastos médicos ni seguridad
social, consulta en el sitio web del ministerio de salud de tu país para
informarte sobre un plan médico gratuito al que te puedas afiliar. En México,
por ejemplo, si no tienes seguro de gastos médicos ni seguridad social, puedes
buscar afiliarte a la sección “Embarazo seguro” del Seguro Popular, que también
protege a tu bebé cuando haya nacido.
El lado bueno de ser joven
A pesar de los desafíos que enfrentarás en tu nuevo papel de
mamá, tienes a tu favor la energía y el entusiasmo de ser joven. El doctor Jeff
Morgan, obstetra-ginecólogo de Arlington, Texas, quien atiende a muchas jóvenes
hispanas, dice que las mamás muy jóvenes "aprenden muy rápido cómo cuidar
del bebé, y están dispuestas a sacrificar sus propios deseos y
necesidades", agregando que "una mamá jovencita también se recupera
muy rápidamente después del embarazo, con menos problemas físicos que las
madres mayores".
A la hora del parto, al parecer también tendrás algunas
ventajas. "En mi experiencia, los cuerpos jóvenes tienden a tener partos
muy rápidos", dice la enfermera-comadrona certificada Joanne Motino
Bailey, directora de servicios de enfermería y comadronas del sistema de salud
de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor. "En realidad, las veo como un
poco más tranquilas que las madres mayores", dice.
Qué puedes hacer tú para reducir los riesgos de tu embarazo
Aparte de seguir las recomendaciones de tu médico, existen
muchas cosas que dependen de ti para que tu embarazo sea saludable, como
alimentarte de forma sana, descansar, hacer ejercicio físico moderado y evitar
sustancias peligrosas, como el tabaco, el alcohol, las drogas y las medicinas
(incluyendo hierbas y productos "naturales") que no hayan sido
recetadas por tu comadrona o doctor.
Tu alimentación es muy importante y si por lo pronto no es
balanceada, podría mejorar muchísimo con algunos cambios en tu dieta, como
comer más frutas y vegetales y menos comida chatarra. Además, "las
necesidades nutricionales de las adolescentes son muy diferentes de las de las
mujeres adultas", explica Marcelle Pick, una enfermera de obstetricia
certificada por la ciudad de Yarmouth, Maine, y autora de un libro sobre
nutrición. "Lo que comen puede tener un gran impacto sobre su embarazo",
agrega. (Lee más sobre las necesidades nutricionales de una embarazada
adolescente.)
Asimismo, si fumas o consumes alcohol o drogas, cualquier
esfuerzo que hagas por reducir el uso de estas sustancias es beneficioso para
la salud de tu bebé. Si hablas abiertamente con tu médico o comadrona, te
ayudarán a buscar la ayuda necesaria.
Sobre las medicinas, lo principal es no usar absolutamente
nada sin el consentimiento de tu médico, ya que muchos medicamentos podrían ser
peligrosos para el bebé. El doctor Marengo recalca que los latinos debemos
tener especial cuidado con los medicamentos que se pueden comprar sin receta en
otros países, y nunca usar medicinas recetadas a un familiar o amigo. Las
hierbas y medicinas naturales también deben recibir el visto bueno de tu médico.
Otra cosa importante para la salud de tu embarazo es que
sigas estudiando, sin contar que también es indispensable para tu futuro. Como
explica la educadora Jeanne Lindsay, "muchos de nuestros programas
escolares demuestran que si la mamá participa en un grupo para embarazadas en
la escuela, su probabilidad de tener un bebé de bajo peso o un parto antes de
tiempo se reduce. No creo que la importancia de permanecer en la escuela sea
algo malo para su salud".
Qué puede hacer tu doctor para reducir los riesgos de tu
embarazo
Muchos de los riesgos médicos para un embarazo, como un
aumento de la presión arterial o una infección, se pueden controlar si vas a
todas tus citas prenatales. Durante estas citas, tu doctor verifica tu salud y
la de tu bebé a través de análisis de orina y sangre, mediciones de tu presión
sanguínea, ultrasonidos y otros métodos. Si hay cualquier problema, será
detectado y tratado a tiempo.
Tú puedes ayudar a tu médico, manteniéndote atenta a
cualquier síntoma diferente en tu cuerpo y comunicándoselo pronto a tu doctor.
Algunas de las señales de alerta que podrían indicar que algo anda mal
incluyen:
• Contracciones antes de la semana 37 de embarazo (5 a 6 en
una hora podrían indicar un parto prematuro)
• Dolores de cabeza que no se alivian con Tylenol (podrían
señalar un aumento de la presión arterial)
• Pérdida de líquido o sangre por la vagina
• Disminución de los movimientos del bebé (si notas que de
repente se mueve menos de lo normal)
• Comezón o ardor al orinar, que puede indicar una infección
de las vías urinarias. Mal tratada, esta anomalía podría desatar un proceso
infeccioso grave
También tu estado de ánimo merece atención. "Las
adolescentes son propensas a tener episodios de depresión debido a todo lo que
puede ocurrirles socialmente por estar embarazadas, ya sea con relación a la
escuela, a la familia, a tener o no apoyo...", dice el doctor Marengo. Si
te has sentido ansiosa, triste o estresada, tu doctor determinará si corres el
riesgo de padecer de depresión y te encaminará al especialista adecuado.
Convertirse en mamá no es fácil, y menos cuando la sociedad
duda de tus habilidades porque eres joven. Aunque existen riesgos médicos
relacionados con tu edad, si recibes atención prenatal desde el principio,
sigues las recomendaciones de tu médico, y llevas un estilo de vida sano, no
hay motivo por el que no puedas tener un embarazo muy saludable y, lo que es
mejor: ¡el bebé más hermoso del mundo!
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