Pedir ayuda después del parto
Considere la posibilidad de pedir a amigos y familiares que
le echen una mano durante las primeras semanas de vida del bebé, que pueden ser
bastante caóticas y agobiantes. Mientras esté en el hospital, saque partido de
la experiencia de las personas que tenga a su alrededor.
Muchos hospitales
disponen de especialistas en alimentación y lactancia neonatal que pueden
ayudarle a empezar a amamantar o darle el biberón al bebé. Las enfermeras
también son una excelente fuente de información; pueden mostrarle cómo
sostener, trasportar, hacer eructar, cambiar los pañales y cuidar al bebé.
Probablemente estarán deseosos de ayudarla y, aunque usted
puede discrepar de ellos en ciertas cosas, no subestime su experiencia. De
todos modos, si no se siente con ganas o con fuerzas para recibir visitas o
tiene otras preocupaciones, no se culpabilice por establecer algunas
limitaciones en el tema de las visitas.
Una vez en casa, tal vez le interese contratar a una niñera
que tenga experiencia en bebés o bien a alguna joven responsable de su
vecindario que se ofrezca a hacer de canguro, para que le ayude durante esta
etapa.
Su médico o el hospital donde haya dado a luz pueden ser buenas fuentes
de información para contactar con profesionales que ayudan a cuidar de recién
nacidos en casa, hasta es posible que le faciliten alguna referencia sobre
servicios sanitarios domésticos. Sus familiares y amigos también pueden ser de
gran ayuda.
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